El llanero solitario

El llanero solitario es un tipo solo. Camina solo por el secarral del lejano oeste americano con su elegante sombrero y sus botas de cuero y os preguntaréis ¿Y dónde lo lleva todo? Su ropa de recambio, botas de repuesto, calcetines, calzoncillos, la comida, porque yo no he visto nunca ningún llanero solitario con una mochila. No queda estético que digamos. He visto sus alforjas de cuero colgar del caballo de donde saca a menudo su cantimplora redonda y su pequeña petaca de esa bebida que lo cura todo, una buena cuerda y una manta enrollada, pero poco más.

Por la noche el llanero para entre dos rocas, hace un fuego y cocina y se saca de la manga una pequeña sartén de hierro. Allí cuece carne. Siempre carne. Un chuletón, unas salchichas, un costillar, una liebre. Claro, está en el desierto y en el desierto no crecen ni lechugas, ni acelgas, ni espinacas. El llanero duerme siempre con un ojo abierto y con su rifle en su regazo. Un descanso liviano por si llega la serpiente, el ladrón o la muerte.

El llanero sueña con un ojo abierto. Sueña en llegar a su casa, con una bañera caliente y un abrazo cálido de su compañera. El llanero se despierta y antes de subir a su caballo le da pasto, lo cepilla de arriba abajo, le revisa los dientes y cada una de sus patas con esmero. Lo abraza y lo monta de nuevo.

El llanero solitario habla, pero tiene que tener la cabeza muy cuerda porque en el desierto no hay con quien hablar. Solo hay llaneros solitarios como él con los que casi nunca se encuentra. Pero el llanero tiene a su caballo. Los dos se pasan días hablando a su manera, compartiendo y cuidándose. Un amor que galopa entre caballo y jinete. Y los dos compañeros cruzan el desierto, tal vez buscando algo que no saben que ya han encontrado. Que lo han encontrado mientras los dos cabalgan levantando alargadas nubes de polvo.

El jinete y el caballo se despiden de este cuento con una enorme puesta de sol ardiendo y su silueta fundiéndose entre rocas y montañas de arena en un gran cañón, bien colorado, y este cuento ya se ha acabado.

The end