Llegaste tú

Cómo una mañana que tras la noche siempre llega por el sol

O la montaña que tras la selva siempre luce su verdor

Llegaste tú, con tu color a retocar con tus pinceles mi ilusión

Mecer mi fe y mi pasión en el vaivén de las caderas del amor

Y como un atajo entre lo absurdo

Y la razón llegaste así sin condición, sin darme tiempo de dudar

La soledad hizo con vos, de la aventura mi religión

Con tu calor puedo incubar cada señuelo de libertad

Ya no tengo la fuerza para estar lejos de ti

Asecha en mí, la energía de este amor