Juana de Arco Lyrics

Juana de Arco

Rígido y severo

Custodiado por un séquito de leños

Minuciosamente amontonados

Se yergue maléfico el poste que sostiene

El inmaculado cuerpo de la doncella

Ha empezado a arder la hoguera

Y su humo negro y espeso

Fatigadamente asciende

Y entre nubes rotas se disfuma

Las llamas comienzan a morder su carne

Una campana desnuda su canto al aire

Los ojos de la guerrera se pierden

En los sueños más diversos

Y se le llenan de ángeles

Y de palomas de plata

Sus oídos se quiebran con el silbido del fuego

Que devora con estrépito su fervoroso cuerpo

En un tumulto de destellos

Fulgores e incandescencias

Lentamente se extinguió su figura

Junto con la pira

Y solo quedó un resplandor

De lo que antes era ella

Con las llamas se diluyó su carne

Las cenizas son su osamenta

Y las pupilas de aquellos

Que presenciaron la quema

Aún después de mucho tiempo

Siguieron rojas y calientes.