EL ÚLTIMO ARRUÍ Lyrics

Versatilidad con Amor

Rodeado por la oscuridad, acorralado por el frío que lo castigó

Se ve solo, lo acompañan ansias de marchar

Y es que sigue castigado, pues él ya marchó

Era un ocaso cálido y hermoso

Mucho calor delante de sus ojos, un hedor clásico de piel de oso

Par de salmones ahora puro hueso, unos ardores al ver todo eso

Algo de sangre clavada a su torso

Estaba seca, era nuevo rojo

Era el último arruí, el más viejo

Por suerte solo quedó cojo

Se aplicó un sabio consejo, huyó de allí mirando de reojo

Resultó el escenario visitado más complejo

Justo detrás de él, iba ya quedando lejos

Seguían su partir casi insonoros quejidos, costó que fueran flojos

Logró desvanecerse entre los cejos

Nació el mayor de sus enojos (habían llegado al cielo sus tres hijos

Los halló entre los tojos, allí encontró también varios añojos y conejos

Corrió por los atajos

Sin un claro destino y mucho menos un alojo, un cobijo donde despedir el rejo

Su corazón se desunía en trozos

En qué se equivocó para recibir aquél vejo, se preguntó en atrojo

Alzó la vista con severo arrojo

Arriba lanzó un rezo, cerró y se arrojó

Por el abismo que creó en sus miedos

Eran tangibles si marcharon todos, no era factible mirar a los lados

Quiso alcanzar el alto de sus vuelos

Iluminarles sin posibles modos. Darles abrigos si bajaban grados

Eran pequeños para volar solos. El mayor, entre sus halagos

Analizando los momentos buenos

Martirizándose ante mábolos. Apechugando a falta de sosiegos

Dentro tuvo despegos. Cosió su corazón... como los magos

Chispó como los fuegos, alguna vez bebió esos tragos... No los echaba por los menos

Ahora nadie echará de menos el relieve entre sus poros

Su paz lejana

Su familia pella, formando una estrella que lustrado allana

Se cansó de imaginar poder cambiar el lagrimar de su clamor interno. Se mató

En el infierno, tosió incorporado. No asemejaba su físico

Ya no sangra su pierna. Un lucir humano, algo parecido

Lo vió en un charco, este ya negro. Sus ojos le suplican justicia

Masacre. Cumplió, lo hizo. Limpió ese sótano, lo recubrió de sangre; un desastre Cristo

Llegó al fondo del abismo y soltó un murmullo:

"En este punto no hay retorno, pero ellos ya no sienten miedo"

Alguna vez bebió esos tragos, no los echaba por los menos

Ahora nadie echará de menos el relieve entre sus poros

Ahset