Despierto

A veces discuto conmigo mismo

Y yo solo me genero mis propios abismos

Fuera del deseo de lo plácido y lo impío

Veo mi cuerpo encadenado por el hábito y me río

Y mis ojos más que espejos, son espejismos

Son versos ensangrentados en la piel de un exconvicto

Perdidos en lo plural lo añejo y lo infinito

Lo cual me hacen dudar de si me quiero y me resisto

A amarme en singular cuando me soy tan distinto

Construyéndome un lugar dentro de un laberinto

Y estoy lejos del final pero también del principio

Y no me puedo asegurar de hacia dónde me dirijo